Reseñas
KRAMPUS, la alternativa de terror navideña

Temporada decembrina. Víspera de navidad; es decir, luces de colores, pinos decorados con esferas, olor a chocolate caliente, galletas, muchos caramelos y más aún, tiempo de sacar las grandes cobijas, acomodarnos en el sofá y ver películas navideñas.
Estoy muy segura que producciones como “Gremlins”, “Home Alone”, “Elf”, “Polar Express” o “The Grinch”, han llenado tu pantalla en muchas ocasiones, y aunque son excelentes, esta repetitiva y predecible programación puede hastiarnos.
Si eres fan del terror como yo -o tienes el deseo de explorar nuevos terrenos-, y buscas un producto fílmico navideño, pero con tintes oscuros o tenebrosos, “Krampus: El terror de la navidad (Krampus, 2015)” es la película que buscas. Además cuenta en su elenco con Adam Scott, Toni Collette, Conchata Ferrell y David Koechner.
Continúa leyendo tranquilo(a), pues esta reseña está LIBRE DE SPOILERS.
El terror y la comedia son dos géneros difíciles de compaginar, una carcajada o un chiste en el momento incorrecto pueden hundir una película más rápido que el Titanic. Afortunadamente, el director y escritor Michael Dougherty encuentra un buen balance de ambos en esta producción. Logramos sentirnos extrañamente bien acogidos en el horror.
Krampus, se deriva de la palabra alemana «krampen» -garra-, y se infiere que puede ser el hijo de Hel en la mitología nórdica. Es difícil determinar el origen de este ser mítico, no obstante, esta historia es parte de una tradición navideña secular en Alemania.
Mitad cabra, mitad demonio. El Krampus puede describirse como una bestia enorme y horrenda de pelo oscuro, con grandes cuernos y largas y afiladas garras que utiliza para atrapar a los niños malos (Sí, leíste bien, a los niños malos).
La leyenda cuenta que, al caer la oscuridad del 5 ó 6 de diciembre, el Krampus sale del inframundo y recorre la tierra. Se le escucha llegar gracias a las campanillas y cadenas que lleva consigo, carga un gran costal y numerosas varas de abedul. Durante la «Krampusnacht» -la noche del Krampus-, este monstruo caza a los infantes de mal comportamiento, aquellos que gocen de hacer maldades y travesuras están en grave peligro, pues una vez que el demonio navideño los atrapa, los azota con sus varas y los mete a su costal para llevárselos al inframundo.
Allí, en las profundidades de la tierra, este ser pone a los niños dentro de una esfera, condenándolos a pasar la eternidad como objetos decorativos, una pequeña parte de su infinita colección.
Eso es lo que veremos en este film, una familia disfuncional que busca sobrevivir a un encuentro con “la sombra de San Nicolás”. ¿Lo lograrán?
Krampus no es especialmente aterradora, tampoco propone alguna innovación técnica y mucho menos es la película del año, no obstante, con una pizca de sarcasmo, dos grandes cucharadas de humor negro y una referencia cultural bastante macabra, Michael Dougherty, nos brinda una digna alternativa a los villancicos y abrazos bajo la nieve.
Un clásico festivo -al menos en mi filmoteca-, que nos recuerda de un modo tenebroso y drástico, el verdadero significado de la Navidad… Y lo que nos puede ocurrir si lo olvidamos.
Avance subtitulado de Krampus
REFERENCIAS:
- Basu, T. (7 de diciembre de 2017). “La historia de Krampus, el diablo de la Navidad”. National Geographic, web.
