Reseñas
Reseña de “Ambición”, una sátira de Michael Winterbottom
Hace unos días, una de las notas más relevantes acerca del afamado Met Gala fue la de la aparición de un vestido que tenía impreso en grandes letras rojas TAX THE RICH. Diseñado por Aurora James (fundadora y directora creativa de Brother Vellies) y portado por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, causó revuelo por presentarse justo frente a muchos de los que son considerados presuntos evasores fiscales. Si bien su mensaje pudiera haber sido concebido como una idea visionaria y de denuncia, también generó comentarios en contra: A final de cuentas, después de “acusarlos”, la mencionada pasó una noche esplendorosa a su lado.
El ríspido tema acerca de cómo los millonarios han amasado su fortuna y las variadas maneras en las que han sorteado pagos e impuestos ha sido ya plasmado en el cine. Recientemente, hubo una película en particular que abordaba la moda como vía de enriquecimiento para un magnate despiadado, la cual lleva por nombre ‘Ambición’ (Greed), que hoy vale la pena traer a la mesa.
Dirigida por el prolífico director inglés Michael Winterbottom, tiene como protagonista a Sir Richard “Greedy” McCreadie (Steve Coogan/Jamie Blackley), el acaudalado dueño de un imperio de tiendas de ropa, quien está por festejar en grande su cumpleaños número 60. A través de los ojos del escritor fantasma (David Mitchell) al que ha contratado para realizar su biografía, iremos descifrando cómo se hizo de tal emporio, con los testimonios de la gente que ha convivido con él desde sus inicios. Conforme avanza la preparación de la fiesta, conoceremos a su guapa novia (Sophie Cookson), su singular madre (Shirley Henderson), su carismática ex esposa (Isla Fisher), su callado hijo (Asa Butterfield) y su famosa hija (Sarah Solemani), todos disfrutando de las enormes ventajas de relacionarse con él y acostumbrados a ver cómo se cumplen los caprichos de McCreadie. Sin embargo, la construcción de la celebración se irá torciendo hasta hacerle ver su suerte a “Greedy”, de la mano de dos empleados suyos (Dinita Gohil y Asim Chaudhry).
Si de algo les suena esta historia o este personaje, es debido a que ‘Ambición’ está basada en Philip Green, el dueño de grupo Arcadia –quienes poseen tiendas icónicas como Topshop y Topman-. Tomando como referencia aquella fiesta realizada en Chipre, donde los invitados vestían toga para festejar los 50 años de este personaje, Winterbottom nos enseña que aquellos que lo tienen todo suelen no tocarse el corazón a la hora de cumplir sus antojos: Refugiados sirios que son corridos de una playa pública, trabajadoras que entregan en tiempos récord sin seguridad ni salarios decentes, albañiles sin días de descanso y con jornadas interminables bajo el sol, nada es demasiado si se utiliza para hacer feliz a McCreadie. Con la confianza y el carisma que presumen Coogan y Fisher en sus respectivos papeles, el cineasta logra manejar su filme dentro de la comedia negra y la bordea con lo absurdo, logrando en la audiencia una reacción curiosa: No es fácil arrancarle una risa, porque lo que estamos presenciando parece ser simplemente inhumano. Esto no es necesariamente malo, porque crea un balance que permite entender la dureza de su mensaje al mismo tiempo que disfrutamos una trama que nos mantiene inevitablemente envueltos.
Así es como ‘Ambición’ y aquel controversial TAX THE RICH se unen, teniendo más en común de lo que se nota en la superficie. Esta cinta no es un parteaguas que pretenda quebrar al mundo de la moda, así como el vestido no fue usado para que arrestaran a los ilícitamente enriquecidos que se encontraban en la gala. Más bien, pareciera que ambos tienen como fin principal crear conversación acerca de lo que todos, en mayor o menor grado, sabemos que está mal. Nosotros, como público espectador de ambas, sabemos cuál es nuestro papel: Concientizarnos acerca de a quiénes les estamos dando nuestra atención y, por supuesto, nuestro dinero.