Reseñas
Nomadland: la belleza del cine intimista
En una época tan inesperada y abrupta para el cine como fue el 2020, apareció en los festivales de Venecia y Toronto el film “Nomadland” de Chloé Zhao, además de lograr otros premios como fue al de mejor dirección, otorgado por el Círculo de Críticos de Nueva York.
Chloé Zao, una china estadounidense, ya era conocida entre el círculo de cineastas, sin embargo, en un año paradójico para muchos resultó ser el de su reconocimiento internacional con este film.
Algunos críticos consideran que desde hace ya tiempo, su trabajo debió ser reconocido con películas como “The Rider”, pero todo ocurre por una razón. En esta oportunidad, de la mano de la oscarizada actriz Frances McDormand, quien además produce el film, logran entregar una pieza particular y sensible.
Inspiradas en el libro de la periodista Jessica Bruder sobre los nómadas de Estados Unidos en sus casas rodantes, tanto Zao como McDormand ofrecen una perspectiva pocas veces vista en la gran pantalla. Se pudiera decir que es un film exploratorio donde el espectador conoce otra forma de vida y de sentir.
Una mujer que lo pierde todo, sus amistades, vecinos y a su esposo, decide aventurarse a conocer y vivir la vida de los nómadas estadounidenses en sus casas rodantes, muchas de ellas improvisadas adaptando ciertos vehículos a la dinámica de este grupo social.
Todo en la película es interesante, la historia, la actuación tanto de Frances McDormand como del resto de los actores que la acompañan, la dirección, la fotografía que sabe captar los detalles sin abusar del paisaje, porque si algo deja claro la dirección es que el paisaje no es relevante, lo que interesa es el estado de ánimo del personaje principal.
Pocas películas exploran la experiencia de la gente mayor cuando le toca la jubilación, lo cual es una forma de duelo también, entonces llega ese instante en que debe replantearse los años venideros y no se sabe cómo. En este caso la protagonista no es una mujer jubilada, pero se encontró frente a un gran duelo en su vida y decide transformarlo, pero no será un proceso fácil.
En todo el camino del duelo ocurren diversas etapas, del mismo modo ocurren diferentes reacciones de acuerdo al acompañante que se tenga en el momento, y es aquí donde se produce el viaje interior tan rico y maravilloso de la protagonista.
Es justamente ese viaje al interior del personaje a lo que invita la directora Zao con una magistral actuación de McDormand, y me atrevo a vaticinar que no sería extraño que se lleve otro Oscar en sus manos este año. Es una actuación que sale del rango visto anteriormente de ella y se hace querer en toda la dimensión de la experiencia que vive, sin clichés, sin exceso de drama, solo regalando su rostro y el sentimiento de la mirada que se deja ver. Si el 2020 fue un duelo para ti, asómate a Nomadland.
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Avance de Nomadland