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Reseñas

El Gran Salto de Jorge Porras nos lleva por los triunfos y las lágrimas de un deportista

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El Gran Salto Resena

Este año por fin sucedieron las Olimpiadas que habían sido pospuestas desde el 2020, en las que México se llevó cuatro medallas. Basados en este número, la gente suele menospreciar el rendimiento de los involucrados, pidiendo que se les exija más y mejores preseas. Sin embargo, es fácil hablar desde el desconocimiento, ya que, al estar ajenos a su medio, sabemos casi nada del sinfín de sacrificios, esfuerzos y riesgos que tuvieron que tomar para llegar a esa anhelada meta: representar al país ante el mundo.

Es por esto que una película como ‘El Gran Salto’ acrecienta en su valor, que ya de por sí es enorme. La cinta del realizador mexicano Jorge Porras cae en una categoría prácticamente invisible en la filmografía nacional, que es la del cine deportivo. En este caso particular, el documental nos permite acercarnos al día a día del atleta Luis Rivera y su proceso para llegar a los Juegos Olímpicos del 2016 en Río de Janeiro. Observamos su desempeño, las marcas que alcanza y las competencias que lo llevarán allá, pero no sólo eso, también atestiguamos lo vital que es para él el apoyo de su familia, al mismo tiempo que nos involucramos con las trayectorias de sus tres hermanos, Jorge, Edgar y Adrián, que también son deportistas de alto rendimiento con objetivos similares a los de Luis.

‘El Gran Salto’ es el resultado de eventos que, para bien y para mal, afectaron la vida de su director. Al sufrir dos accidentes en el 2013 que lo marcaron, Jorge Porras decidió que no podía posponer más la creación de su primera cinta, y fue justo en este año que se reencontró con Luis Rivera, a quien conocía desde que las infancias de ambos coincidían en Agua Prieta, Sonora. Al volver a platicar con él y darse cuenta de que además de haber impuesto un récord en Juegos Universitarios de Kazán también estaba finalizando un doctorado, se dio cuenta de que su historia era buen elemento de filmación, ya que el promedio de estudios de atletas olímpicos es de secundaria y preparatoria, por lo que su amigo estaba rompiendo paradigmas. Con la confianza proveniente de su cercanía con la familia del saltador, grabó a los involucrados durante cuatro años, con todo lo que eso conlleva: Glorias, temores, festejos y sinsabores, todo es captado por Porras con la delicadeza necesaria para no ser invasivo, y aun así hacer sentir al espectador como un miembro más del clan.

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Hermanos Rivera El Gran Salto

Por supuesto, grabar a un atleta a través de sus marcas y rendimiento no es cosa sencilla. Porras tuvo que sortear los obstáculos de las competencias oficiales, que no le permitían cámaras profesionales o, en caso de que sí, lo situaban en el área de prensa, donde es imposible filmar tomas adecuadas para una película. De la mano del cinematógrafo Aldo Hernández, quien hace un trabajo puntual y milimétrico para que no nos perdamos ni uno de los saltos de Luis, se obtiene más de 400 horas de archivo que mezclan la vida personal con la deportiva. Ante tanto material, vale la pena destacar también el trabajo de edición – que tuvo una duración de 16 meses – y montaje de Aldo Osorio, quien nos entrega un producto de 80 minutos perfectamente enfocado en hacernos partícipes tanto de los triunfos como de las lágrimas, logrando que comprendamos por qué los alcances de un deportista no se basan sólo en “las ganas”, que detrás de su inmenso amor por la disciplina que eligieron también están las inevitables lesiones, los equipos inadecuados, las faltas de apoyo gubernamental, el costo de los traslados y estancias (aunado a los pagos precarios), y su frecuente ausencia en momentos valiosos para sus seres queridos.

Documental El Gran Salto

Si bien ‘El Gran Salto’ tiene a Luis como rostro principal, habría que señalar que, conforme avanza la cinta, nos vamos encariñando también con su familia, quienes son el cimiento de su entereza, y su alivio en las situaciones más complicadas. Los vemos acompañarlo en sus conferencias, en los videos de su niñez, y a sus hermanos entrenar con él –Edgar es saltador de altura y Adrián lo es de longitud -, que nos va llevando a comprender el mensaje principal de este largometraje: La sana competencia y el disfrutar lo que hacemos es más importante que el resultado que se eventualmente se obtenga.

Los retos seguirán llegando, eso nos explica el director. Para él, próximamente, será a través de una película acerca del boxeo y una serie de temática deportiva. Para los Rivera Morales, el recorrido de Adrián para llegar a Paris 2024. Estos son claros ejemplos de que la motivación de Luis se ha convertido en un modelo a seguir para todos los que ahora conocemos y aplaudimos su recorrido, con aquella enseñanza que orgullosamente reitera: “Si pasa por tu mente, pasa por tu vida”.

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Resena El Gran Salto 2021

Avance de El Gran Salto

Intenseo con las cosas que me gustan y el cine es de las que más, así nacieron mis ganas de escribir acerca de buenas películas.




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