Cloud Atlas, los efectos de un presente eterno

Todos los fenómenos de la realidad suceden en el tiempo y en el espacio. A una hora y en un lugar. El tiempo ha sido uno de los grandes temas de la humanidad, el tiempo tiene la cualidad de ser irreversible, transcurre en línea, de atrás hacia adelante, del pasado al presente y del presente al futuro. El tiempo no se detiene ni se puede hacer hacia atrás. En la ficción se pueden conseguir saltos temporales y espaciales sin el menor problema, en el arte hay ucronías, sincronías, acronías, desincronías, anacronías, lo que la imaginación del artista genere.

En la filosofía el tiempo es abordado de una manera y en la física de otra, a tal grado que el gran físico Albert Einstein señaló que el tiempo es relativo. La teología señala que dios vive en un presente eterno. La película Cloud Atlas, escrita y dirigida por los hermanos Wachoski, Andy y Lana (antes Larry) y el cineasta alemán Tom Tykwer, esta basada en la novela del mismo nombre de David Mitchell, una novela que encierra en su trama seis historias diferentes enlazadas por un hilo conductor.

Lana, nacido en Chicago en 1965 y Andy en 1967, son guionistas, productores y directores desde 1995, su película debut fue Assassins, a la cual siguió Bound de 1996, luego la trilogía de Matrix, que los lanzó a la fama, en el 2006 filmaron V de Vendetta, en 2007 The Invasion, en 2008 Speed Racer, en 2009 Ninja Assassin y el pasado 2012 Cloud Atlas. Sin duda sus películas con mayor éxito masivo fueron las tres de Matrix, pero todas sus películas tienen un toque estético único y original de ellos. Para esta película decidieron trabajar por vez primera con el cineasta alemán Tom Tykwer, autor al que admiran y que dirigió la película Lola, corre Lola y El Perfume, entre otras.

La película es un juego vertiginoso de saltos temporales y espaciales, un tanto juega con la idea de la reencarnación y otro tanto con la de la ubicuidad, pero no es tan sencillo definirla, a los Wachoski les gustan los temas filosóficos, hay que recordar el extraordinario ensayo que escribió el filósofo alemán Peter Sloterdijt de la trilogía Matrix. Cloud Atlas requiere de más de una vista y de un leve ejercicio de reflexión, que requiere de un mínimo de información previa, que si no se tiene, no importa, igual puede disfrutarse de la película. Para los que no conocen el cine de los Wachoski y de Tykwer, la película tiene su buena dosis de efectos especiales, acción, desnudos masculinos y femeninos y una que otra escena de sexo, así que tiene todo lo que una película moderna debe tener para atrapar a los espectadores. Aunque los Wachoski no son cineastas de multitudes ni rompen récords de ingresos, tienen a sus fieles seguidores y hasta el momento las críticas han sido favorables, a tal grado de que hay críticos que aventuran que es su mejor película al momento.

Reflexiones filosóficas y físicas aparte, los Wachoski, y por supuesto Tykwer, saben hacer cine y lo hacen muy bien, tienen un estilo propio, unas miradas propias, no hacen cine para las masas porque no quieren hacerlo, hacen cine, sin adjetivos, así lo expresan y simplemente quieren llevar a la pantalla las historias que les llama la atención, como es en el caso de la novela de David Mitchel, que el mismo autor les dijo que era imposible llevarla a la pantalla, ellos le contestaron que no intentarían llevarla fielmente, sino que escribirían una versión, un guión a partir de la novela y así lo hicieron. No está la película fielmente basada en la película, simplemente está basada en la novela y es una versión de los tres cineastas.

Cloud Atlas tiene una dramática representación de tres accidentes:

1. La caída de una persona de un edificio.
2. La explosión de una bomba en un avión.
3. Un choque entre dos autos en medio de un puente.

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