Reseñas
Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos: una fórmula que carece de emoción
En uno de los intentos de Disney por entrar al mercado chino, el MCU representa la mejor oportunidad para poder conseguir las cifras millonarias que permite la taquilla de dicho país, a través de un personaje poco conocido para el espectador común y presentando un mundo nuevo para lo que ya se conoce del estudio a cargo de Kevin Feige. Shang-Chi promete ser refrescante e increíble, pero, ¿lo logra?
Shang-Chi (Simu Liu) se ve obligado a enfrentarse a su pasado, después de haber huido de él y de conseguir una vida más tranquila. Pero cuando la organización de Los Diez Anillos, dirigida por su padre, Wenwu (Tony Chiu-Wai Leung), tiene en mente invitar una aldea antigua, Shang-Chi tendrá que reencontrarse con sus raíces y así detener los planes de su padre y de la organización.
Así como en su momento introdujeron a personajes no tan populares, Marvel Studios le da su merecido espacio a Shang-Chi para mostrarse ante los espectadores, algo que, a lo largo de la cinta, se recalca, debido a no omitir ninguna información que pueda obstruir el desarrollo del personaje y la empatía hacia su persona, por lo que durante la mayor parte de su duración, se detallan algunos aspectos que pueden servir para identificar al nuevo superhéroe en cuestión.
Pero sin duda lo que logra está sensación es su protagonista, pues Simu Liu está más que comprometido con el personaje, algo que se agradece, ya que permite que la conexión con Shang-Chi se vaya desarrollando conforme avanza la película. El resto del elenco acompaña de buena manera a Simu, destacando al gran Tony Leung, que en cada escena intenta sacar el máximo provecho a su papel antagónico y Awkwafina, quien cumple con ser el alivio cómico del filme.
Los efectos visuales junto a las secuencias de acción son llamativas, logran atrapar la atención del espectador, debido al parentesco que hay con otros filmes basados en el mundo del kung fu, agregando el manejo de cámara que permite un dinamismo para brindar más espectáculo a las batallas que ocurren en la película. En lo personal, sentía que por momentos estaba viendo un homenaje a Kung Fu Panda.
Pero como toda película de este género, hay tanto cosas buenas, como malas, y justo uno de los problemas de Shang-Chi y La Leyenda de los Diez Anillos es su ritmo, pasan de una situación a otra de forma muy simple y siguen una fórmula, que si bien, ya ha sido comprobada, ya está desgastada, a pesar de que toda la historia es interesante. Esto se debe a que se enfocan demasiado en presentar cada detalle del nuevo mundo que trae consigo Marvel Studios, que al final se vuelve tediosa por momentos. No estaría mal que consideren cambiar su fórmula, que se arriesguen un poco más.
Otro aspecto que careció de profundidad fue el desarrollo de personajes secundarios, aunque tuvieran un elenco más que comprometido, el guión no les permite destacar de la misma manera que a los principales del filme, quedando en una oportunidad desperdiciada para que el espectador pudiera empatizar con alguien más que no sean los protagonistas.
El futuro de Shang-Chi después de ser presentado al UCM, promete, pues su final, incluyendo las escenas post-créditos, dejan las puertas abiertas para que veamos lo que le depara al nuevo superhéroe en el prometedor futuro que se aproxima para las siguientes fases de Marvel Studios. Queda por ver si el público sigue interesado en el personaje.
Shang-Chi y La Leyenda de los Diez Anillos sigue una fórmula que se siente desgastada, sin embargo, logra su cometido de presentar un mundo basto y fantástico, gracias al gran trabajo en los efectos visuales y las secuencias de acción, acompañado de su comprometido elenco. Pudo mejorar en varios aspectos, pero hay que entender el hecho de que es la primera ocasión para observar lo que puede ofrecer el personaje, por lo que declarar un juicio, sería muy prematuro e injusto.
Avance subtitulado de Shang-Chi