The Walking Dead, la supervivencia en un mundo sin Estado

Con casi seis años de transmisiones en televisión de paga, The Walking Dead se ha convertido en una de las series de televisión más vistas de los últimos tiempos. El particular punto de vista sobre el fenómeno Zombie abordado en esta historia ha generado una profunda curiosidad en los espectadores de los más de 120 países en donde ésta se transmite.

La serie fue estrenada el 31 de octubre de 2010 por el canal AMC y está inspirada en el cómic homónimo de Robert Kirkman. Fue el productor Frank Darabont quien se animó a llevar la semblanza a las pantallas de televisión.

La historia relata las andanzas de un policía (Rick Grimes) que al despertar de un coma se encuentra con que la sociedad donde vivía no existe más y en su lugar hay un mundo repleto de feroces zombies en un panorama de inmensa catástrofe. Rick Grimes (Andrew Lincoln) trata de encontrar a su familia y en el camino se une a otros supervivientes a los que liderará para defenderse de los ataques de los zombies y también de los de otros grupos de humanos sobrevivientes.

El hecho de poder ver semana a semana una historia de suspenso en donde un grupo de humanos busca defenderse de salvajes zombies es en sí, es algo que engancha al espectador, más aún si sumamos a esto a un minucioso trabajo en los efectos especiales para caracterizar a los temibles muertos vivientes y el extremo cuidado en la ambientación de las locaciones. Creo sin embargo que el gran éxito de la serie radica en el interés que suscita el imaginar a la sociedad en un mundo apocalíptico sin ley (sin Estado) y las distintas formas de reacción social que esto desencadenaría.

Tomemos un ejemplo que evidencia este hecho. En uno de los capítulos de la segunda temporada, cuando el grupo sobreviviente, quienes se guían por la bondad para sobrevivir, sale a conseguir alimentos a un pueblo cercano a la granja donde viven, se encuentran a otro grupo sobreviviente cuyo forma de subsistir se guía por la violencia, después de un enfrentamiento uno de los integrantes del segundo grupo es capturado y llevado como prisionero a la granja, una vez ahí la discusión sobre que hacer con el prisionero, si matarlo o integrarlo al grupo, desencadena una serie de reacciones contradictorias, la mitad del grupo pugna por matarlo y la otra mitad por dejar que se integre al grupo, al final uno de los integrantes del grupo protagónico, contra la opinión de la mitad, opta por quitarle la vida para que no se convierta en una amenaza.

Un ejemplo más, sería el debate en el que el grupo protagónico se encuentra envuelto en la última temporada al llegar a la ciudad de Alexandria… ¿es necesaria la violencia para sobrevivir y defenderse de otros grupos de humanos o se puede crear una micro sociedad que funcione sin utilizar la violencia? Nuevamente la opinión entre los personajes se encuentra dividida y la trama de The Walking Dead abrirá la polémica en los espectadores.

Este tipo de debates éticos, en los que constantemente se recurre en el guion, es lo que hace que en distintos momentos de la serie el espectador se pregunte cuál sería la forma correcta de resolver la situación, lo que logra que la circunstancia se vuelva parte de una controversia colectiva mucho más amplia que logra contagiarse fuera de la pantalla. Sin duda este es uno de los grandes aciertos de la serie y es una parte importante para que ésta se haya vuelto uno de los programas con mayor audiencia en la actualidad.

La segunda parte de la sexta temporada de The Walking Dead se estrenará en nuestro país el próximo 14 de febrero por el canal de televisión de paga FOX. Seguramente la serie seguirá dando mucho de que hablar y, además de mantenernos alerta en espera de que una horda de feroces zombies llegue, las reflexiones en torno a la verdadera forma de la naturaleza humana.

Cortesía de la revista Chido BUAP 136

Escrito por Alberto García

Avance Honesto de The Walking Dead subtitulado