Reseñas
Ver o no ver: ‘Secuestro en Directo’ de Mel Gibson
Sin duda Mel Gibson eleva ‘Secuestro en Directo’, que no es una maravilla, pero te mantendrá entretenido.
Es curioso encontrarse con una gran cantidad de malas opiniones sobre ‘Secuestro en Directo’ (On the line) la última película protagonizada por Mel Gibson. Si, no es la joya de su carrera o del cine en general, pero este hibrido entre ‘Enlace Mortal’ (Phone Boot, 2002) y ‘El Juego’ (The Game, 1997) funciona para lo que está diseñado: un par de horas en tu casa viendo Netflix.
¿De que trata ‘Secuestro en Directo’?
‘Secuestro en Directo’ sigue la historia de Elvis Cooney (Mel Gibson), un megalómano locutor de radio nocturno conocido por su comportamiento provocativo tanto hacia sus colegas como hacia quienes llaman. Durante uno de sus shows, una persona llamada Gary (Paul Spera) le informa que ha secuestrado a la esposa y a la hija de Elvis y planea matarlas.
Gary culpa a Elvis por el suicidio de Lauren, quien buscó su consejo durante un programa anterior. Esto desencadena un peligroso juego del gato y el ratón mientras Elvis intenta descubrir la identidad de la persona que llama. Cuando un guardia de seguridad es encontrado asesinado y se descubren bombas por todo el edificio, la situación da un nuevo giro. Mary (Alia Seror-O´Neill) y Dylan (William Moseley), colegas de Elvis en la estación de radio, lo ayudan en su búsqueda para rescatar a su familia y encontrar al secuestrador.
A pesar de la apreciada actuación de Mel Gibson como presentador de un popular programa de radio, parece que sus esfuerzos por sí solos son insuficientes para mantener el interés de los espectadores. Muchas de las situaciones de la película parecen ocurrir de manera demasiado conveniente. La película tiene sus momentos, particularmente durante la primera media hora cuando una persona que llama le informa a Elvis que ha secuestrado a su esposa e hija y planea matarlas.
La tensión aumenta de forma gradual y efectiva, atrayendo a los espectadores a la historia. Sin embargo, el juego del gato y el ratón que sigue dura gran parte de la película, lo que hace que el público pierda gradualmente el interés. Cuando llega el final, los espectadores se preguntan qué acaban de presenciar.
Si bien la película no muestra al antiguo Gibson, aún se las arregla para inyectar algo de orden en el proceso. El comportamiento desagradable y la actitud megalómana de su personaje le dan una personalidad única. Dylan, que interpreta a su colega, ofrece una actuación decente y sus expresiones en el clímax antes de la desaparición de su personaje son particularmente conmovedoras. La película ciertamente ofrece una gran cantidad de giros y vueltas, pero si la conclusión no es creíble, entonces todo parece inútil.
El clímax absurdo arruina toda la experiencia visual. Al comienzo de la película, parece plausible que alguien que llama esté realmente enojado con Elvis y desee hacerle daño. Sin embargo, cuando entran en juego las bombas y los cadáveres, la emoción inicial se disipa. En un momento, Elvis exclama: “¿Qué clase de película de mierda de serie B es esta?” No podemos evitar preguntarnos si Mel Gibson se refería a esta película.
El mayor inconveniente de ‘Secuestro en Directo’ es su falta de realismo y da vueltas en círculos durante una parte importante del tiempo de ejecución (1 hora 44 minutos). El clímax es decepcionante y revelarlo arruinaría la sorpresa (¡si es que la hay!). Sin embargo, es seguro decir que después de ver los últimos diez minutos de la película, los espectadores pueden rascarse la cabeza. La película intenta redefinir el término “giro inteligente” y parece creer que cualquier conclusión puede considerarse “viable” e “interesante”.
¿Dónde ver ‘Secuestro en Directo’?
‘Secuestro en Directo’ está disponible en Netflix.
Avance de ‘Secuestro en Directo’