RITUAL MALDITO: Cuidado con lo que deseas

Mucho del cine de terror que se ha popularizado en épocas recientes posee un manojo de características que suelen repetirse o imitarse para alcanzar una fórmula efectiva. Así es como observamos constantemente los ya casi clichés como casas malditas, embrujos irrompibles, jumpscares, aislamientos, posesiones demoniacas, apariciones de entes horrorosos, etc. El catálogo es extenso y hasta cierto punto cansino, por lo que el verdadero valor de la cinta que elige utilizarlos radica en cómo los arma e inserta en el engranaje para convertirlos en algo especial.

Hoy se encuentra en cartelera la ópera prima ‘Ritual Maldito’, conocida en su idioma original como ‘The Djinn’. Nos cuenta de Dylan Jacobs (Ezra Dewey), un muchachito que ha llegado a un nuevo hogar acompañado de su padre (Rob Brownstein), donde halla un antiguo libro abandonado que contiene hechizos. Estos le prometen que le concederán cualquier gran deseo que ambicione; sin embargo, le advierte que podría costarle mucho el otorgárselo. A pesar de ello Dylan lo invoca, desatando entonces a una suerte de genio malévolo que tomará diferentes formas para cobrarle el favor.

Si bien la sinopsis de ‘Ritual Maldito’ hace eco de varios largometrajes previos que se han fincado con premisas similares, lo realizado por la dupla David Charbonier y Justin Powell tiene aciertos específicos que logran destacarla con respecto a las mencionadas. Probablemente la principal radique en tener al joven actor Ezra Dewey como protagonista, ya que prácticamente sostiene la película al salir todo el tiempo en pantalla.

Dado que su papel es el de un chico que sufre de mutismo y padece episodios asmáticos, la fuerza de su interpretación se expresa a través de los gestos, sus movimientos y hasta su llanto. Aunque la mayoría de su desempeño se desenvuelve en momentos de miedo, es imposible omitir que su personaje exhibe además una culpa perenne por lo sucedido con su madre, que va de la mano con su duelo y la inevitable soledad que provocan los horarios laborales de su papá. Es gracias a este conjunto que la audiencia puede empatizar con su rol, queriendo que se sobreponga a las diversas vicisitudes que se le presentan.

Otro de los aspectos disfrutables de ‘Ritual Maldito’ tiene que ver con la manera en que muestran al ser maligno: en lugar de que su figura sea la de una abominación o engendro, éste ostenta la capacidad de adoptar la imagen de personas fallecidas, lo que durante la trama le lleva a cambiar de aspecto, confundiendo a Dylan y al espectador. Sus transformaciones nos mantienen cautivos, esperando adivinar cuál será su siguiente imagen y que decidirá hacer con ella. Es innegable que los efectos especiales se sienten accidentados en su ejecución, sobre todo en el último tercio de la cinta, pero sí consiguen exacerbar el elemento sobrenatural y colocarlo como apropiada pieza conclusiva.

Estrenada en 2021 y filmada durante la época pandémica, ‘Ritual Maldito’ no intenta descubrir el hilo negro y sí cumple el cometido de agradar a los fanáticos del género. Presume incluso, como cereza del pastel, un pequeño mensaje final que aplica igual de adecuada en fábulas, cuentos o pesadillas:  Ten cuidado con lo que anhelas, porque puede ser que no estés apreciando lo que ya posees.