Reseñas
‘Guerra de Cucharas’ hace que otros realities culinarios parezcan aburridos
‘Guerra de Cucharas’ blancas vs negras
En una era donde los reality shows 24/7 han tomado un nuevo respiro, los realities ya grabados parecen estar en desventaja, sin embargo, es justo en su desventaja donde podrían encontrar la formula para resurgir, tal es el caso del fenómeno surcoreano ‘Guerra de Cucharas’ (Culinary Class Wars) en Netflix.
Con un nivel de producción de ensueño el reality surcoreano reúne a 100 chefs de prestigio, todos en la cima del éxito, con restaurantes propios, algunos con fama mundial e incluso poseedores de hasta tres estrellas Michelin. Todos se enfrentarán en una batalla para buscar el titulo de el mejor chef de Corea y en algunos casos, el derecho de revelar su nombre al mundo.
Como decíamos al inicio, el estar pregrabado da muchas libertades a la producción desde poder hacer despliegue de todos sus recursos, que vaya que sí le invirtieron, hasta la edición de comentarios o expresiones que pudiera llegar a molestar o agredir directamente a participantes y por ende al grupo que este podría estar representando, como ocurrió durante la segunda temporada de la casa de los famosos.
Por supuesto que también tenemos héroes y villanos, pero el correcto control sobre la proyección que se desea enviar a la audiencia recae por completo en la producción de ‘Guerra de Cucharas’. Que empatices con uno u otro participante ya dependerá de tu bagaje.
Como decían en Big Brother, “las reglas cambian todo el tiempo”, los retos que son impuestos a este gran grupo de chefs los llevan a los límites haciendo que otros realities como Iron chef o Master chef parezcan aburridos, claro hay que considerar que con el segundo de estos ejemplos los participantes son aficionados en su mayoría, mientras que aquí todos son profesionales, lo mejor de lo mejor en Corea, perder no es opción para ninguno de estos chefs.
El nivel de producción en ‘Guerra de Cucharas’ esta en otro nivel, la cantidad de escenarios y recursos que son provistos es impresionante. Se ve que el presupuesto aplicado es 10 veces mayor que el premio por el que luchan que es de 300 millones de wons coreanos (222 mil dólares ó 4 millones de pesos mexicanos, aproximadamente).
El truco en este programa es la competencia, como mencionamos antes, todos son chefs exitosos, pero incluso en la cima hay niveles. Así se dividirán en dos grupos, las cucharas negras, chefs dueños de los mejores restaurantes de Corea y que serán llamados a lo largo del programa por un apodo de su elección.
El segundo grupo de 20 chefs son las cucharas blancas, chefs de fama internacional, todos poseedores de estrellas Michelin, al final solo dos llegarán a la final y en caso de que una cuchara negra logré pasar, tendrá el derecho de revelarle al mundo su nombre. De esta forma el reality funciona de forma aspiracional, conectas con las historias de lucha y sufres cada que un chef, sea del bando que sea es eliminado.
Al final, ‘Guerra de Cucharas’ es un éxito rotundo en Corea y poco a poco ha ido tomando fama en el resto del mundo, llevando a los chefs que más lejos llegaron en el programa a aumentar sus números en Instagram a millones con seguidores de todo el mundo, el formato es seguro que será replicado en varios países aunque tal vez no con ese nivel de producción.