Reseñas
‘Drop: Amenaza Anónima’ Un thriller valioso por su efectividad
‘Drop: Amenaza Anónima’ cumple cabalmente su promesa de entregar un producto digno de su género.

El subgénero conocido como Whodunnit se ha popularizado a través de los años gracias a su ingenio para desviar y enrevesar testimonios, con el fin de que el espectador se mantenga entretenido siguiendo las pistas, intentando descifrar quién es el culpable o villano. Relatos como estos suelen presentarnos a detectives y un puñado de personajes con características reconocibles y actitudes sospechosas: todos parecen ser capaces de cometer el crimen que se está investigando. Afortunadamente, esta estructura -entretenida y lineal como es- a veces consigue desarrollarse con algunas sorpresas que aumentan el interés generado.
Hoy llega a la cartelera nacional ‘Drop: Amenaza Anónima’, que justo presume una premisa similar, pero subiendo un escalón. Tiene como protagonistas a Violet (Meghann Fahy), una joven que sobrevivió una relación abusiva y aspira a rehacer su vida, adentrándose nuevamente al mundo de las citas. Es entonces que acepta salir con Henry (Brandon Sklenar), un fotógrafo que la invita a cenar a un ostentoso restaurante. Lo que inicia siendo un lindo encuentro nocturno se transformará en una bomba de tiempo cuando Violet comience a recibir memes y mensajes de un número desconocido, que le ordena llevar a cabo acciones terribles y amenaza con quitarle lo más preciado si se atreve a desobedecer.
Ante todo, ‘Drop: Amenaza Anónima’ es un thriller psicológico que sabe sus bases y se maneja a la perfección sobre ellas. Sin embargo, luce trazos del mencionado whodunnit para aderezar su trama con teorías y giros de tuerca, ya que aquí también estamos tratando de ubicar al emisario anónimo, pero en esta ocasión, de un delito que no se ha realizado aún.
Esta es probablemente la mayor cualidad de la cinta: el director angelino Christopher Landon nos sitúa dentro del Palate, un amplio restaurante en el piso 38 de un edificio, y nos despliega un sinfín de comensales (y uno que otro miembro del staff) que pasan demasiado rato ensimismados en la pantalla de su celular, mostrándonos así que cualquiera de ellos podría ser el chantajista, e incluso tener compinches.
El diseño de producción de esta locación, a cargo de Susie Cullen, posee el atractivo y la elegancia precisos para ser acogedor por momentos y claustrofóbico en otros. Nos conmina a desplazar la mirada igual que lo hace Violet, y recorrer con ella pasillos, mesas y sanitarios, desesperada por una ayuda imposible de verbalizar. No es tampoco en vano la idea de colocarlo en las alturas, ya que propicia cierto vértigo, que va muy de la mano con la intimidación digital que está aconteciendo.
Por supuesto, estos aciertos en ‘Drop: Amenaza Anónima’ se complementan con el efectivo score de Bear McCreary, que incrementa la tensión en la audiencia con sus notas; la cinematografía de Marc Spicer, quien demuestra lo aprendido en ‘Fast & Furious 7’ y ‘Escape Room’ para agregar a la película lapsos claves de acción y escenas trepidantes; y las actuaciones de Fahy y Sklenar, que hacen una buena mancuerna y transmiten su química, además de Violett Beane y Jeffrey Self, quienes otorgan agradables vistazos de comedia, útiles para el desahogo de la angustia.
Filmada en Irlanda en el 2024 y estrenada en el festival South By Southwest 2025, ‘Drop: Amenaza Anónima’ cumple cabalmente su promesa de entregar un producto digno de su género y de las expectativas propias de quien sabe a lo que va cuando elige comprar un boleto para verla. Pudiéramos explorar más a fondo en sus subtextos, de mujeres que no son escuchadas cuando más lo necesitan o cómo los dispositivos electrónicos han vulnerado la privacidad para hacernos accesibles, pero la hechura del largometraje es bastante menos pretenciosa en su discurso: Sin sobre pensarlo ni tomarlo tan en serio, sentémonos a emocionarnos y mordernos las uñas en la comodidad de las salas de cine.
Avance de ‘Drop: Amenaza Anónima’
