Reseñas
Cowboys de Filadelfia: Idris Elba brilla con vaqueros de la vida real
En Estados Unidos existe una subcultura poco conocida o difundida que lleva varios siglos de tradición, se trata de los vaqueros afroamericanos. El nuevo estreno de Netflix, COWBOYS DE FILADELFIA (Concrete Cowboy) explora a los representantes más recientes de este mundo, los vaqueros urbanos de color que han habitado el norte de Filadelfia durante los últimos 100 años.
Basada en la novela para jóvenes adultos Ghetto Cowboy de 2011 escrita por Greg Neri, la película recibe un impulso cautivador de su entorno, donde los caballos de rescate son cuidados por un grupo de jinetes afroamericanos, algunos de ellos librándose de antiguas asociaciones con drogas y pandillas callejeras. La adaptación cinematográfica es un poco más oscura que el material original, pero no obstante representa una historia inspiradora de la comunidad negra, una cualidad que atrajo a Lee Daniels e Idris Elba a formar parte del equipo de producción.
COWBOYS DE FILADELFIA es la primera película del director Ricky Staub y al igual que NOMADLAND, presenta a miembros de la vida real de la comunidad interpretándose a sí mismos junto a actores de renombre como Idris Elba, Jharrel Jerome, Lorraine Toussaint y un crecido Caleb McLaughlin (Stranger Things).
Después de ser expulsado de una escuela en Detroit, no por primera vez, Cole (McLaughlin), de 15 años, es enviado por su enfurecida madre Amahle (Liz Priestley) para quedarse durante el verano con Harp (Elba), su padre exconvicto que apenas conoce. Harp, uno de los líderes de la comunidad de establos de Fletcher Street, tiene sus propios problemas con la forma en que le falló a su esposa e hijo, y su casa en ruinas, con un caballo hostil en la sala, no promete exactamente ser un ambiente acogedor. Cole recibe más calidez de la vecina de su padre, Nessi (Lorraine Toussaint), quien, como Harp, es una vaquera más de Fletcher Street.
Todo esto es más que extraño para Cole; no solo tiene que lidiar con armarios vacíos y un refrigerador lleno de refrescos y cerveza, sino que también está el compañero de cuarto equino antes mencionado que ocupa la mayor parte del espacio reservado para los huéspedes. Harp dedica más tiempo y dinero a alimentar a sus caballos que a sí mismo, por lo que Cole tendrá que comer en la calle con frecuencia. La relación con su padre se complica aún más cuando aparece Smush (Jharrel Jerome), un primo que no ha visto desde que eran niños y ahora es traficante de drogas.
El guion de Staub y Dan Walser, que también hace referencia a la historia de los vaqueros negros que fueron whitewashed de los westerns de Hollywood, es en su corazón un drama padre-hijo, con Elba Y McLaughlin aportando una fuerte necesidad de sus personajes por forjar un vínculo real. Una foto de ellos sentados a una distancia prudente en el sofá andrajoso de Harp, con la brumosa luz del sol entrando a través de cortinas improvisadas, es un hermoso momento de frágil distensión creado por la fotografía de Minka Farthing-Kohl.
COWBOYS DE FILADELFIA utiliza a la ciudad como la constante que mantiene la trama equilibrada. Nunca es discordante ver a alguien montando a caballo en un entorno urbano, porque, como señala un personaje, “los caballos siempre han estado en la ciudad”. Aferrarse a una forma de vida particular, a pesar de las intrusivas fuerzas externas que intentan destruirla, también forma parte del paisaje cultural. La yuxtaposición de la actualidad de los vaqueros y su pasado histórico se menciona en un momento maravilloso cerca del final, donde los integrantes de Fletcher Street realizan una majestuosa cabalgata urbana. Un joven negro en un automóvil los observa con el asombro similar al que el director John Ford provocaba en sus majestuosos westerns. Puedes sentir el orgullo y la alegría en este momento, y saber con cierta certeza que es por eso que los realizadores decidieron contar esta historia.
COWBOYS DE FILADELFIA está disponible en Netflix, es clasificación R, debido al uso de lenguaje, uso de drogas y un poco de violencia.