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Carrie Fisher habla de su aventura con Harrison Ford en Star Wars
La actriz estadounidense, Carrie Fisher, fue invitada al Late Show que conduce Stephen Colbert para presentar sus memorias tituladas “The Princess Diarist” en las que cuenta por primera vez sucesos, hasta ahora privados, ocurridos durante los meses de rodaje de la primera cinta de Star Wars. Fisher bromeó sobre los rumores de que había mucho sexo entre los miembros del elenco. “Los Ewoks lo hacian como conejos” dijo con una sonrisa.
Fisher fue más sería para hablar sobre su reciente revelada aventura con su co estrella Harrison Ford, minimizándola con una risa embarazosa. “No lo puedo manejar” con cierta mortificación. “Estoy seguro que él no lo puede manejar para nada.”
“Él” por supuesto es Harrison Ford, el Han Solo de su Princesa Leia, y el principal sujeto de la revelación más importante de su nuevo libro. “Era una historia muy grande,” le contesta Fisher a Colbert cuando le pregunta porque esperó tantos años para contarlo. “Fue hace 40 años. Si hubiera esperado 50, me vería peor, es por eso que ahora es el momento correcto.”
Fisher, ahora de 60 años de edad, se inspiró para escribir el libro cuando se encontró con algunos diarios que había escrito y guardado (bajo losetas en el piso) hace muchos años, algunas de estas páginas están reproducidas en el libro. Gran parte de las memorias se enfocan en su romance de tres meses con un casado Ford, una indiscreción que ella atribuye a la soledad de la locación donde estaban filmando y una imaginación de una joven de 19 años que soñaba en secreto con un dúo que viviría feliz por siempre, al que ahora se refiere alegremente como “Carrison.”
La relación – los dos permanecieron como amigos – no fue tan atribulada como algunos la han mencionado, ella describe a Ford como un imposiblemente guapo, silencioso y carismático hombre Marlboro que rara vez se involucra en algo más que camaradería áspera y juegos de fin de semana. Fue una situación sin compromisos, aunque Fisher claramente desarrolló cosas más fuertes que su protagonista, quien se sentó, al parecer sin ninguna preocupación en el mundo, junto a su princesa en el vuelo económico a casa desde Londres (en dónde se filmó Star Wars), él para llegar con su esposa y ella a un corazón ligeramente herido y la oportunidad de entretener a sus amigos con historias de lo que ella estaba segura sería sólo una cinta cualquiera de ciencia ficción.
Fisher también aborda la vida con una de sus relaciones más duraderas, su personaje de la Princesa Leia y su aceptación de ser una celebridad en eventos como la Comic Con así como del pasado y como beneficiarse de ello.
“Cómo llegué aquí,” escribe. “No necesitaba tanto el dinero, ¿O sí? Bueno so depende de tu definición de necesitar.” A pesar de tener una considerable cantidad de dinero a sus veinte años, ella dice que “dos décadas y un gerente de negocios ladrón” – así como una actitud despreocupada ante las compras – la dejaron sin dinero y viviendo “en una casa en la que el banco me permite vivir, por ahora.”
“Me he convertido en una pobre persona rica,” destruyendo la creencia popular de que Star Wars le dio una riqueza considerable. “Ni siquiera de cerca. Obtener contratos que te dieran algo por cada pieza de mercancía que se fabrica no es algo que existiera, ni que se me hubiera ocurrido como una jóven de 19 años realizando su primer papel protagónico en una pequeña película del espacio”
Si Disney o incluso George Lucas cuando tenía la propiedad de Lucas Films fueran personas más “humanas” y reconocieran el trabajo de las personas que convirtieron Star Wars en lo que es ahora, deberían pagarle de manera retroactiva una parte de lo ganado a todos los involucrados, pero en este mundo, uno sólo puede soñar.